La televisión abierta se está extinguiendo poco a poco, son cada día más las personas que contratan un servicio de paga que les da una mayor posibilidad de ver la televisión a gusto.
Las compañías que ofrecen este servicio y el de streaming ganan popularidad, día con día, en todo el planeta.
Sabemos bien quien es el rey de este tipo de servicio: Netflix con una presencia en 190 países y millones de suscriptores, es quien manda en este ámbito.
En México es igual, goza de una popularidad sin igual, sus series, películas y contenidos son ya de los favoritos de millones de mexicanos.
Pero pasó algo en México, que nadie se esperaba, a Netflix le surgió un competidor directo,un rival. Hablamos de Blim, un servicio igual de streaming, lanzado por Grupo Televisa.
Un nuevo servicio que pretende, o pretendía, conquistar al televidente mexicano y latino, con series, películas, telenovelas y actores del mismo origen.
Esto bajo el mismo esquema que su competidor, una renta mensual que te permite acceder a su contenido exclusivo.
Para mala suerte de Televisa, este nuevo servicio ganó rápidamente las criticas y burlas de la creatividad mexicana.
Las redes sociales comenzaron a inundarse de memes, haciendo burla a este nuevo servicio de Televisa Se desató una euforia en torno a las burlas y comentarios negativos.
La gente se dio cuenta de que este no era más que una copia, mala por cierto, de Netflix.
El intento fue bueno, si lo queremos ver desde el lado de la competencia leal en el mercado, y la variedad de ofertas para las personas.
Lo malo es que no hay un punto de comparación entre los contenidos de ambas plataformas, la gente está casada con Netflix y a menos de que surja algo espectacular, seguirán considerando a cualquier tipo de competencia, como una copia o imitación mala.
Para muchos, lo único que hizo Blim es haberse quedado corta en un tiempo en que las personas buscan y exigen mejores contenidos en sus televisores.
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