Mucho se habla ahora de la falta de chips para construir gadgets y tecnología, pero pocos entienden de dónde viene y por qué está sucediendo.
Recordemos que la pandemia creó una situación de escasez que afectó a todo tipo de productos electrónicos, aunado al auge de la telefonía móvil que ha multiplicado el número de empresas que compiten en este sector y las expectativas de potencia y rendimiento. Lo que permitió a varias compañías saltaran al mercado con diseños propios que se realizan en las mismas fábricas en las que opera la competencia.
La mayoría de los chips que usamos en todo tipo de productos se fabrican en plantas altamente especializadas, conocidas como fundiciones, las cuales estan repartidas por todo el mundo, siendo TSMC, Samsung, SMIC y Global Foundries las que controlan más de la mitad de estas plantas y fabrican en ella los diseños de empresas como Apple, Qualcomm, AMD o Nvidia.
Actualmente el desarrollo de estos chips se ha vuelto abstracto, ya que no todas las fundiciones miden de la misma forma ni los transistores son el único componente importante dentro de los modernos chipsets.
Sin embargo, gracias a la constante adaptación de sistemas, la demanda y producción ha sido diferente para cada empresa, por ejemplo, en los últimos años Intel haya tenido problemas para evolucionar el diseño de sus procesadores. Mientras que fundiciones como TSMC o Samsung han sido capaces de reducir los procesos de fabricación cada año o año y medio, Intel lleva años atascada en sus diseños, incapaz de conseguir avances importantes en cada generación.
Podríamos concluir que esto no es más que oferta y demanda de parte de los fabricantes y compradores, sin embargo, aun se lucha por poder seguir a flote en el mercado tecnológico.
Fuentes:
@moodgeek
Mood Geek 
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