El gobierno no puede hacerlo todo solo y menos aún si hablamos de un país como México, donde hay una economía emergente, pocos recursos y muchas necesidades por atender.
En cuanto a ecología y energías renovables la verdad es que México está haciendo muchas cosas, sin embargo, al gobierno poco le alcanza para darle la importancia que merece a este tema y la que lleva la estafeta es la iniciativa privada.
México se está acercando poco a poco a la vanguardia en energía y más aún en energías alternativas, de modo que por todo el territorio nacional estamos viendo cada vez más proyectos de parques eólicos, presas hidroeléctricas, parques solares y plantas de gas natural que benefician directamente a la población.

Luego de muchos años de un diálogo complicado en el que el gobierno cuestionaba la participación de las empresas privadas en la proveeduría de la energía, hoy día se está abriendo la puerta para que la iniciativa privada, que tiene tecnología y capital suficientes, establezca nuevas empresas para este fin.
Uno de los mayores beneficios de hacer esto es la enorme generación de empleos que se deriva, pues la inversión de capital privado en proyectos energéticos es millonaria y se cimenta sobre bases firmes, así que esos empleos incluyen buenos salarios, prestaciones y una mejora en el nivel de vida de los trabajadores.
Otro beneficio es la entrada de capital al país, pues al venir de un sector privado llega como un extra y se reparte entre empleos, impuestos, compras y mucho dinero que es riqueza para los mexicanos en diferentes formas. Esto no podría hacerlo el gobierno de México, aunque quisiera.
IEnova es una compañía mexicana que tiene muchos años en el mercado y gracias a la cual este país ha ido avanzando en términos de energías limpias. Es así que hoy día proyecta una inversión de 47 mil millones de dólares en Ensenada, Baja California, donde convertirá su planta regasificadora para exportar gas a otros países.
El proyecto de IEnova, a través de su filial Energía Costa Azul (ECA), generará más de 3 mil empleos en la región a un plazo de hasta 5 años, más todos los empleos indirectos que podría generar por los beneficios de exportar gas al extranjero.
Finalmente abrir la oportunidad a proyectos de inversión privados puede ser también abrir la puerta a toda clase de empresas que deseen poner su dinero en México, algo que nos hace mucho falta para poder tener más desarrollo, recursos y manera de crecer en una economía globalizada.
@MoodGeek
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