Una ola de violencia inunda a México, cada día las portadas de los periódicos de circulación nacional son atiborradas con notas de un sinfín de delitos. Ante tal panorama nos hemos visto en la necesidad de buscar nuevas opciones para salvaguardar nuestra seguridad, opciones que nos brinda la tecnología.
En el año 2015 llegó a México lo que parecía ser la solución para los problemas de transporte, movilidad y seguridad en nuestra caótica ciudad, y es que trasladarse de un punto a otro en la ciudad más grande del mundo no es NADA sencillo, y justo eso era lo que prometía UBER, viajar de manera cómoda, práctica y segura.
“La confianza comienza con un nombre”, ese es el slogan de UBER. Lo innovador de su sistema, la facilidad que brindaba de tener un conductor privado y la seguridad que transmitía al conocer el nombre, la ruta e incluso el auto, hicieron que rápidamente fuera acogida por los entusiastas tecnológicos, los millennials y todo aquél que contaba con un smartphone, una tarjeta y conexión a Internet.
Poco a poco el mercado se fue inundando de aplicaciones, UBER, Cabify, Didi, Yaxi, Easy Taxi y básicamente todas ellas que prometen lo mismo, precio, comodidad y seguridad, pero es en este último aspecto en el que han fallado y no es que la aplicación falle en sí, sino que estos medios se han convertido en algo así como el pasatiempo nuevo de los delincuentes.
Según una encuesta realizada, las apps de transporte son 6 veces más seguras que un taxi normal, sin embargo, son cada vez más los casos de asaltos, secuestros, violaciones e incluso homicidios en los que se ven implicadas. Cada día surgen más y nuevos testimonios de usuarios que denuncian la colusión del chofer con los delincuentes y al parecer es un mal en el que poco se ha trabajado.
Si bien es cierto, las empresas únicamente brindan la plataforma para conectar a chóferes y usuarios, también es un hecho que la delincuencia ha rebasado su capacidad de respuesta y es un cáncer que amenaza con acabar con ellas si no se hace algo a la brevedad.
Vivimos en un país cada vez más complicado en materia de seguridad, y en algunos casos se ha vuelto un asunto de vida o muerte el salir a las calles, si bien las aplicaciones nos brindaron seguridad en su momento, hoy día representan una amenaza incluso mayor. ¿Y tú, qué tan seguro te sientes?
¿Y tú, qué tan seguro te sientes?
@moodgeek
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