Para evitar en gran medida la tala de árboles y todo lo que implica la industria del papel, y ecológicamente hablando, se pensó en desarrollar una tecnología que pueda reemplazar al papel como tal, sin ocupar la tinta de una imprenta, de una pluma o una impresora, pues las revistas, libros, y en general la prensa, que sólo tiene vigencia de 24 horas, es el mayor consumidor de papel, ahorrándose hasta 300 toneladas diarias del mismo, lo que ha sido apoyado por un gran público, incluyendo grandes diarios como el New York Times.
La tinta electrónica, papel electrónico, e-ink o e-paper, es una pantalla de 3 mm de grosor con la tecnología más popular hasta el momento, reemplazando quizá a las pantallas TFT y cristal líquido, que se están utilizando en el sector con muchas ventajas, pues muestra imágenes y textos fijos, igual que un libro de papel (orgánico), consiguiendo que la “tinta electrónica” tenga una mejor resolución y un mayor brillo, que permita la visualización desde cualquier ángulo, facilitando la lectura, incluso con la luz del sol, además de que consume muy poca energía.
La tinta está constituida por tres capas: una lámina plástica protectora, un polímero líquido y una malla de microtransistores eléctricos. Las pantallas electrónicas tienen un gel sobre el que flotan millones de cápsulas con partículas de titanio blancas y negras, que se cargan eléctricamente, y cada cápsula cuenta con dos transmisores, dependiendo de la carga positiva o negativa, por lo que suben a la superficie de la pantalla las partículas negras, blancas, o ambas para crear el gris. Las cápsulas se organizan y forman los píxeles que componen las letras, los gráficos y los dibujos.
La tecnología mejora cada día, y la tinta electrónica no se queda atrás, por lo que una alternativa viable al reemplazo del papel, no estaría mal.
Fuente: Reemplazando al papel
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