Hace un tiempo Samsung estaba en boca de todos, pero no precisamente por un modelo nuevo a lanzar sino porque se divulgaron videos, comentarios y hasta memes, respecto a que uno de sus equipos ¡explotaba!
Obviamente, a todos nos dio curiosidad, pero sobre todo pavor a quienes contaban con dicho dispositivo; no obstante nos surgió la duda de cómo es posible que un celular, máxime tan costoso, podría explotar de la nada, y peor si era posible que cualquier dispositivo móvil o smartphone, lo hiciera así porque sí.
Aunque la compañía antes mencionada respondió que se trataba de un hecho de fabricación y optó por retirar esos equipos del mercado, y muchas personas se tranquilizaron, u optaron por no tomar como algo muy grave, el tema de los “celulares explosivos”; lo cierto es que cualquier teléfono móvil puede estallar, ya que trabajan con energía, pero es algo poco común.
La razón de que esto pueda suceder, es por una sobrecarga de corriente en sus circuitos, porque como bien saben, los celulares funcionan gracias a una batería compuesta por iones de litio, misma que es recargable, es un material flamable y puede llegar a hacer explosión, a pesar de que existan láminas que lo protejan.
Dicha explosión se puede alcanzar, cuando la batería del dispositivo logra superar los 55° C., esto no quiere decir que cada que se supere esa temperatura explotará, sino que es más probable; lo que sí, es que la vida útil de la misma se va degradando.
Por ello es recomendable no dejar conectado el teléfono por mucho tiempo (más del necesario para recargar la batería), no responder llamadas mientras esté conectado a la corriente eléctrica, utilizar baterías y cargadores originales, para evitar un corto circuito (bien dicen que lo barato sale caro) y finalmente, proteger el dispositivo del calor en exceso, y otras cosas que lo puedan dañar.
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