En el mundo hay dos tipos de personas, las que publican historias, ya sea en Instagram, WhatsApp, Facebook, etcétera, y las que odian que existan historias, en las aplicaciones ya mencionadas.
Todo comenzó con Snapchat, aplicación en la que podíamos enviar mensajes con “fecha de caducidad”, que fue esa novedosa función lo que la popularizó; fue en 2013 que “My Story”, llegó con su nueva actualización, que consistía en eso que ahora en todas se hace: publicar fotos o vídeos, que desaparecían a las 24 horas.
Bueno, y como toda buena novedad, sobrepasó barreras y fue cuando Instagram se sumó a las historias, primero de forma pública y luego en mensajes privados, misma que ha sido la aplicación en donde los usuarios han aceptado mejor esta actualización.
Debido a la mencionada aceptación, WhatsApp dijo “why not?”, y la incluyó; la diferencia es que se trataba de sus “estados” y fue precisamente así como se le denominó a esta función. Lo malo es que los usuarios quedaron bastante inconformes, porque tenían que estar actualizando su estado cada 24 horas, ya no se mostraba uno fijo como siempre había sido.
Entonces las historias llegaron a Facebook, y tuvo menos aceptación todavía, las quejas y quejas no se hicieron esperar, pero nosotros nos preguntamos ¿por qué tanto drama? En realidad no es que tengas que ver las historias de todos a la fuerza, o tú publicar una; so… What´s the problem, man!
Mood Geek 
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